Existen dos formas principales de realizar el aumento, ya sea con implantes glúteos o de la manera más natural, que es por inyección de la propia grasa. Esta grasa se obtiene por una liposucción abdominal, lo que trae un doble beneficio: reducción abdominal y aumento del volumen glúteo.
A personas que por estética quieran aumentar el volumen de sus glúteos y no lo consiguen con ejercicio.
El índice de satisfacción de los pacientes es muy alto, debido a la nueva apariencia y firmeza que se consigue en el área glútea.
Si se hace con grasa propia, la posibilidad de rechazo o alergia es nula.
Si es con implantes, sólo se requiere una cirugía plástica, pues se evita la liposucción.
Los pacientes que quieran someterse a un aumento glúteo deben tener en consideración que el reposo es una de las prioridades de este procedimiento, y que requieren 15 días de descanso en casa.
Como en toda cirugía plástica, puede presentarse sangrado, infección, hematomas o hinchazón, así como dolor e incomodidad tras el procedimiento y por los puntos de sutura.
En algunos casos, puede suceder que la grasa inyectada se reabsorba. Si son implantes, hay probabilidad de rechazo en algunos pacientes.
El procedimiento se realiza de manera ambulatoria.